jueves, agosto 17, 2006

Discusión

La charla transcurría lenta, la densidad del aire la alentaba aun más, las palabras se estiraban como un disco de 44 pasado en 33... por suerte las frases eran cortas, concisas, directas, disparos apuntados directamente a la yugular, al corazón, al medio de la frente... Las palabras de cada uno estaban pensadas y adelantadas como los movimientos de una partida entre dos grandes ajedrecistas. El tiempo interminable entre el inicio de una frase y su final me permitía anticiparme, lo mismo que a ella. Los ataques no eran defendidos, sino contragolpeados y con un calibre más grueso. Ya no importaba como o quien había empezado, ni con que fin, sólo buscábamos hacernos daño, buscábamos lastimarnos más de lo que acabábamos de ser lastimados... era una lucha, era una carrera, intentábamos destruirnos.Uno de sus golpes además de certero y profundo, se extendió más de como venían siendo hasta ahora. Yo, que ya sabía como terminaría su ofensiva, tuve tiempo de anticipar mi próximo golpe, mientras ella aun no había terminado el suyo. La herida que causaba era punzante, pero mi siguiente ataque llegaría al centro de su ser. Traté de pasar el dolor que sentía, relamiéndome con el daño que iba a causar la bala que cargaba mi arma... La lentitud de sus palabras me llevó a parar un instante, mirar la situación desde afuera, me levanté y parado a un lado de la mesa nos miré, nos analicé, descubrí que el cuerpo que había quedado ahí continuaba los ataques sin que yo estuviera en él, acusaba los recibos y disfrutaba satisfecho cada golpe que daba... Supe que ese no era yo, que yo no nunca podría disfrutar el lastimar a nadie, mucho menos el lastimarla. Descubrí que tampoco era ella la que estaba sentada en frente. Ella muchos menos que yo podría estar haciendo esto, haciéndome esto...
Levanté la vista de esa patética mesa donde dos seres se castigaban sin más fin que la destrucción recíproca y la ví... estaba parada al otro lado, me miró sonriente y me dijo "estaba esperándo que llegaras, vamos a otro lado, el aire de este bar esta muy denso".
La tomé de la mano y nos fuimos caminando, alejándonos de ese lugar, de esa escena... Esos cuerpos ya no eran nuestra historia, ya hacían la suya propia...

+++ Pecados para dos, se la van en la oscuridad
motivos para confesar, crímenes en la intimidad... +++

5 comentarios:

Maldito Duende dijo...

Usted está peor que su cuñado al imaginar cosas. Muy Bueno, hermano. ¡SALUD!

Juan Solo dijo...

Gran relato. Qué bueno que reapareciste, Romau. Aún las discusiones tienen sentido si desencadenan en esto.

Subjuntivo dijo...

No me lo vas a creer, pero parece que por cada blog que paso encuentro historias con bares... qué loco...



Eso sí, te pido si nos juntamos a jugar al tute, no la traigas, el tute es cosa de hombres.



S.

Romau dijo...

M.D.: Peor que mi cuñado me parece mucho... hasta igual lo acepto con orgullo.

J.S.: Gracias, esperemos que reaparezcas vos con Love & Liberte...

S.; Quedese tranquilo, es como uds lo ha dicho, el tute es cosa de hombres, nos queda definir el lugar y el que va a ir al medio ;)
(lo de J.B. lo veo complicado)

Abrazo a los 3.-

gerund dijo...

bienvenido nuevamente, después de tanto tiempo... :)